Carta de un ciudadano

A quien se sienta partícipe del accionar marplatense, de mi mayor consideración, tengo el agrado de dirigirme a usted, para informarle el sentir de un ciudadano de esta ciudad.
En primer lugar es que no hay Intendente, no hay estado, Mar del Plata es “tierra de nadie”, hay una total anarquía, un sálvese el que pueda, una especie de “La ley del mas fuerte”....o del mas osado.
Por un lado, la policía está atada de pies y manos, y arriesgan su vida sin ningún tipo de respaldo, ...y no soy ni tengo familiares policías.
Un comerciante debe presentar una serie de requisitos legales , administrativos, AFIP, Rentas, IVA, etc, para trabajar “En regla”, y encontramos en Luro e Independencia (No en el fondo del Barrio Autódromo), en pleno centro, 2 tablas en medio de la vereda, vendiendo mercadería ilegal (Películas truchas, anteojos hechos por cualquiera, ropa de origen desconocido, comida, etc, etc, etc.) y no existe un inspector, un “brazo municipal”, que lo impida.
Para tener un comercio se exige, entre otras cosas, baño, antebaño, extinguidor, techo inífugo, etc, etc y en plena Independencia y Luro, encontramos una casilla de plástico, sobre el asfalto, de menos de 2 metros cuadrados, sin la mas mínima seguridad ni higiene y hasta con la posibilidad de que un colectivo, en una mala maniobra, los aplaste como a una caja de cartón, y allí resurgirá otro “Cromañón” y pedirán la cabeza del intendente.
Ah! Y no soy comerciante, soy empleado de una empresa de comunicaciones.
Los inspectores de tránsito “Los zorros”, podemos verlos charlando y bromeando entre ellos en, por ejemplo, La Rioja y Rivadavia, mientras los autos paran en lugares prohibidos, en doble mano, en la ochava de la esquina,...donde se les ocurre y el inspector ni los mira.
Los semáforos son ignorados cada vez mas, y no hay ni zorro, ni policía, que se preocupe por corregir esto.
En el banco Río de Belgrano e Independencia, al igual que en el Bapro de la calle Córdoba, los camiones de caudales paran en doble mano, pero nadie les dice nada.
Las motos arriba de las veredas, entorpecen al tránsito peatonal, y arriesgan la seguridad de los no-videntes . Pero nadie hace nada.Vemos vehículos sin chapas, sin luces, sin paragolpes, sin el mínimo requisito de seguridad y luego por allí un “Control Policial” exige la VTV a un vehículo modelo 2000, que evidencia poder paga una multa por la ausencia de este “curro legal”.
Y así podría seguir mencionando comportamientos humanos que evidencian una total ausencia del Estado.
¿Qué sugiero?
Hacer fuertes y realistas campañas (Solo lo hace San Cristobal) de comportamiento humano y vehicular, obligar, por medio de multas, que incluyan motos y bicicletas, a respetar a las personas.
Que el zorro cumpla con su obligación, que el policía cumpla con la suya y colabore con el ordenamiento de tránsito, que los inspectores cumplan con su rol de inspeccionar, pero no solamente al comerciante que tiene un local, que paga impuestos, que tiene empleados, que compra y vende con factura....por que a este es fácil controlarlo.
Debe volver el concepto de respetar la luz roja, la entrada de garaje, la parada de colectivo, etc.
No puede un comerciante poner dos cajones frente a su comercio como “reservando” el lugar para que nadie estacione...es la ley de la selva.
Y los privados???? Si son legales, que sean monotributistas, que tengan factura A o B...ahora si son ilegales...como pueden promocionarse en el diario?. O es blanco o negro.
Todas las enseñanzas, para que cumplan con su cometido, deben ir apoyadas por medidas cohercitivas, como multas, penalidades, etc.
La grúa municipal no debería parar ni un minuto, hasta que los automovilistas respeten las paradas de colectivos y otro lugares prohibidos.
El vehículo parado en doble mano, por un tiempo mayor al que ocupa una persona para subir o bajar del mismo, debe ser pasible de una infracción, el inspector no debe conformarse con que el conductor retire el mismo.
La moto o bicicleta que traspasa una luz roja o circula en contra mano, debe ser secuestrada por 24 horas e infraccionada según la reiteración o gravedad de la falta cometida.
Ciudadanos, ustedes pueden molestarse al leer esta carta, pero lo que no pueden es decir que estoy mintiendo, ni siquiera exagerando...ni un poquito.
No tengo ninguna aspiración política ni necesito un cargo municipal, gracias a Dios vivo de mi trabajo, pero quiero que usted, que es la máxima autoridad estatal del Municipio de Gral Pueyrredón, note que estamos yendo a una anarquía, y yo me pregunto si eso es lo que quiere para usted, para su familia, para sus amigos y para las familias de sus amigos.
Gustavo Adolfo - abelito1953@hotmail.com